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Croacia
Bañado por el Mar Adriático, Croacia está en una ola creciente de turismo ya que aúna historia y naturaleza, lo cual hace que podamos visitarla sea cual sea el tipo de experiencia que queramos vivir allí.
Croacia tiene más de 1200 islas. Las que visitamos fueron 2, Brac, con su magnífica playa Zlatni Rat en Bol, y Korcula, de la que se dice que fue donde nació Marco Polo.
Viaje lleno de naturaleza, playas e historia. Aquí puedes visitar desde parques nacionales increíbles, por falta de tiempo solo estuvimos en Krka, pero el más grande y famoso es Plitvice; hasta escenarios de Juego de Tronos.

¿Qué Necesitarás Para Tu Viaje?
- Seguro de viajes (IATI / Mondo)
- No hace falta pasaporte. Desde el 1 de enero de 2023, Croacia pasa a formar parte de la zona Euro y del espacio Schengen.
- No hacen falta vacunas.
- Se recomienda revisar la web del MAEC antes de realizar el viaje y durante la planificación del mismo por si hubiera algún cambio.

Información importante
- Idioma: Croata.
- Religión: Hay una gran variedad. La gran mayoría se confiesa católica y un pequeño porcentaje del resto se considera ortodoxa, musulmana o protestante.
- Moneda: Euro desde el 1 de enero de 2023. (Nosotros la visitamos en 2019 y la moneda era la Kuna . Puedes consultar su cambio aquí)
- No necesitaremos adaptador de enchufe.
- Misma hora que en España. ()
- En Croacia, la costa tiene un clima mediterráneo con veranos calurosos y secos, e inviernos suaves. En el interior, el clima es continental con veranos cálidos e inviernos fríos. Las temperaturas en la costa varían de 15°C a 35°C, mientras que en el interior pueden ser más frescas. El otoño es más lluvioso y el invierno puede tener nieve en las montañas. La primavera y el otoño tienen temperaturas agradables.
- Desaconsejo ir en agosto como hicimos nosotros… demasiado calor.

¿Qué meter en la maleta?
- Ropa cómoda para las largas caminatas y las visitas.
- Zapatillas cómodas para caminar.
- Gafas de sol.
- Crema solar.
- Ropa de baño.
- Cargador portátil.
- Toalla de baño.
- Gorra.
- Chanclas.
- Pastillas para el mareo, para cuando vayas en barco. (Si eres propenso)
Dubrovnik
Dubrovnik es conocida como la «Perla del Adriático». Su casco antiguo es impresionante, con murallas medievales que lo rodean y calles empedradas que te transportan a tiempos pasados. Caminar por sus calles es como retroceder en el tiempo y descubrir la arquitectura histórica y encantadoras plazas que te rodean.
Además de su belleza arquitectónica, Dubrovnik es famosa por su vida cultural. Durante el Festival de Verano, la ciudad se llena de música, teatro y danza, creando una atmósfera vibrante y emocionante. También hay una gran cantidad de museos y galerías que exhiben el arte y la cultura de la ciudad, permitiéndote sumergirte aún más en su rica historia.
Pero Dubrovnik no se trata solo de su casco antiguo. También cuenta con hermosas playas de aguas cristalinas, como Banje y Lapad, donde puedes relajarte bajo el sol y disfrutar de la fresca brisa marina. Estas playas ofrecen servicios y actividades, como deportes acuáticos y restaurantes con vistas al mar, para que puedas disfrutar al máximo tu estancia.
Es famosa también por ser uno de los principales escenarios de la serie «Juego de Tronos». La ciudad fue utilizada para representar King’s Landing, la capital de los Siete Reinos. Los fanáticos de la serie pueden visitar lugares icónicos como el casco antiguo, el Fort Lovrijenac y la escalinata de la Iglesia de San Ignacio, donde se filmaron escenas memorables. También se ofrecen tours temáticos de «Juego de Tronos» para explorar los lugares y disfrutar de la experiencia completa de la serie en la vida real.
Tempranito al avión
Comenzamos nuestro viaje desde el aeropuerto de Barcelona, madrugando mucho para estar allí a las 3 de la mañana y así poder emprender nuestro viaje a Croacia.
Después de un vuelo de aproximadamente dos horas, aterrizamos en el Aeropuerto de Split. Cambiamos algo de dinero y nos dirigimos a la parada del autobús que nos llevaría a la ciudad. Al salir del aeropuerto, nos sorprendió tanto el intenso sol que ya brillaba tan temprano como el calor sofocante que se sentía. (Pensad que está bastante al este y que compartimos hora con ellos… mientras aquí a las 7:30, hora de llegada a Split, el sol hace un rato que ha salido, allí ya lleva bastante en lo alto del cielo)
Ya en la ciudad, ponemos rumbo al hotel, perdiéndonos por el camino XD. De lo que nos dimos cuenta es que muchos no tenían el típico cartel de «Hotel», si no que tenían una placa del tamaño de un folio A4 con el dibujo de una cama. Nuestro hotel en Split era el Split Varos Inn.
Su centro histórico es conocido como el Palacio de Diocleciano, construido por el emperador romano Diocleciano en el siglo IV. Es una combinación única de historia y vida moderna. Al recorrer el centro histórico, encontrarás lugares impresionantes como el Peristilo, un hermoso patio rodeado de columnas y arcos. También puedes explorar los subterráneos del palacio, que son pasajes y cámaras históricas fascinantes. Las puertas del palacio, como la Puerta de Oro, Puerta de Plata, Puerta de Hierro y Puerta de Bronce, tienen sus propias historias y características interesantes. Saliendo por la Porta Aurea (Puerta de Oro), podremos ver la estatua de Grgur Ninski y su reluciente dedo gordo del pie. Pasear por la calle Marmontova, una animada calle peatonal llena de tiendas y cafeterías, es una experiencia encantadora. La Plaza de la República es un amplio espacio donde se encuentra el Ayuntamiento, ideal para relajarse en los cafés al aire libre. Y, por supuesto, no puedes dejar de visitar la Riva, un paseo marítimo frente al mar donde puedes disfrutar de la hermosa vista.
También puede subir al Park Šuma Marjan, pero prepárate para sus cuestas y escalones. El parque abarca una extensa área boscosa, senderos para caminar y una vista impresionante de la ciudad y el mar Adriático. Puedes explorar los senderos bien mantenidos que serpentean a través del bosque de pinos y cipreses, lo que brinda una sensación de tranquilidad y serenidad.


¡Un bañito, por favor!
El segundo día empezó con un viaje en autobús hacia el Parque Nacional Krka. La elección de este parque fue por varios motivos: la distancia y tiempo de viaje, y porque tiene zonas aptas para el baño. A parte de esto, merece la pena la caminata alrededor del parque admirando las cascadas y la vida que tiene.
Se encuentra en la región de Dalmacia, cerca de la ciudad de Šibenik, la cual visitamos una vez finalizamos la visita a este parque. Es famoso por su belleza natural, especialmente por las impresionantes cascadas que se forman en el río Krka. El parque abarca una extensión de 109 kilómetros cuadrados y ofrece una gran variedad de flora y fauna.
Menos mal que en este parque está permitido el baño, las temperaturas eran muy altas y, el refrescarnos, nos permitió disfrutar mejor de la excursión.
Una vez terminada la excursión por Krka, pillamos de nuevo el bus que nos llevaba a la siguiente parada: Šibenik.
Šibenik es una ciudad costera con una rica historia y hermosa arquitectura. Su casco antiguo te lleva a través de calles empedradas y plazas encantadoras. Destacan la Catedral de Satiago (Katedrala sv. Jakova), declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO en el año 2000, una impresionante obra renacentista, y el Fuerte de San Miguel, que ofrece vistas panorámicas. Su paseo marítimo, llamado Riva, es perfecto para disfrutar de cafés y restaurantes con vista al mar.


Música de mar y saludo al sol
Otro día de madrugar y coger un autobús.
Esta vez, más al norte. Zadar no está, o al menos cuando fui yo, tan masificada turísticamente hablando, por lo que los paseos se hacen más cómodos.
Aquí tenemos, en la Costa Dálmata, el Órgano de Mar, que consta de unos agujeros sobre escalones que, con la corriente del mar, van produciendo un sonido como si de un órgano de una iglesia se tratase.
También podemos ver restos del Foro Romano, la Iglesia de San Donato y el Saludo al Sol, que consta de unas placas solares que durante el día recargan las baterías y al atardecer hace un juego de luces.
Para disfrutar la ciudad, hicimos un free tour que nos recorrió toda la zona antigua.
A la vuelta, el autobús se retrasó… llegamos a las tantas a Split y al día siguiente madrugábamos para coger el primero de los barcos que nos llevaría a la Isla de Brač.


El Cuerno de Oro
La isla de Brač es la tercera isla más grande del Adriático y ofrece una combinación perfecta de belleza natural, playas impresionantes y encanto histórico. También es conocida por sus pueblos encantadores, como Bol y Supetar, que ofrecen un ambiente relajado y pintoresco. Aquí encontrarás calles empedradas, casas de piedra tradicionales y una variedad de restaurantes y tiendas.
Nuestro alojamiento estaba concretamente en el pueblo de Bol y el hotel fue el Boutique Hotel Bol.
En este pueblo costero, podemos encontrar la playa del «Cuerno de Oro» o Zlatni Rat. Esta playa es una pasada y os la recomiendo. Es de piedras pequeñas y aguas cristalinas. Es famosa por sus aguas cristalinas y es un lugar ideal para nadar y practicar deportes acuáticos.


Marco Polo, ¿croata?
Tras coger otro barco, nos dirigimos a la isla de Korčula.
Dicen que es donde nació Marco Polo y se puede visitar su casa.
A parte de esto, podemos ver la Catedral de San Marcos. La ciudad antigua está «encerrada» entre muros y se puede rodear andando, incluso puedes tomar algo en lo alto de una de las torres de esta muralla.
El hotel que teníamos en Korčula, fue el Guesthouse Korkyra Sun, el cual tenía una muy buena ubicación y nos quedaba todo muy cerca.


El desembarco
Otro ferry más en dirección al último destino de nuestro viaje: Dubrovnik.
Dubrovnik sirvió para dar vida a King’s Landing, en Juego de Tronos. Es una ciudad costera famosa por su casco antiguo y murallas medievales. Tiene calles empedradas, palacios renacentistas y una rica historia marítima. Además, cuenta con playas hermosas y una vibrante escena gastronómica.
Puedes hacer distintos tours entre los que destacan la vuelta por la muralla de la ciudad y los que te llevan a ver las zonas en las que se rodó Juego de Tronos.
Nosotros decidimos hacer el de la vuelta a la muralla y nos gustó mucho, aunque toca andar bastante. Otra actividad que hicimos fue el subir con el teleférico a la montaña que hay junto a la ciudad para ver el atardecer… ¡¡¡una maravilla!!!
Nuestro hotel aquí estaba lejos y cada vez que tocaba ir, nos pegábamos una buena paliza a caminar y a subir cuestas y/o escalones. Nuestro hotel fue el Apartment Butijer, y eso sí, las vistas desde allí eran increíbles.


Día de relax
El último día de viaje. Últimas horas de disfrute y empaparnos de todo lo que nos ofrece Croacia.
La actividad que decidimos hacer, y recomendamos, fue kayak. La salida no podía estar en mejor sitio… King’s Landing. Desde aquí parte nuestra ruta en la que nos dirigimos a la Isla de Lokrum, que tiene un jardín botánico y un antiguo monasterio benedictino.
Al dar la vuelta a la isla, nos encontramos de frente con un gran hotel, el cual fue destruido por los bombardeos de la guerra.
Tras una merecida ducha, volveremos a la ciudad antigua a recorrerla por la noche y a hacer la compra de souvenirs de última hora.
A la mañana siguiente madrugamos para coger el avión de vuelta a Barcelona. Se acabó lo bueno.
Entonces no lo sabía, pero en el momento que estoy escribiendo estas líneas ya lo tengo claro, el viaje a Croacia fue el inicio de la locura por los viajes.